smile
Algo habré escrito sobre marketing personal, pero dada la situación de crisis no solo económica si no también de valores por un lado, y la desnudez a la que nos somete cruelmente internet, me da que vale la pena insistir.
Desde el primer minuto de nuestro nacimiento empezamos a conformar una personalidad en carácter “on”, que expresaremos a partir del segundo minuto en carácter “out”.
No entraremos a discutir los teoremas de Rousseau o Descartes, pero es obvio que nuestra posibilidad de incidir, tanto en nuestra personalidad como en la imagen que mostraremos de ella es total y absoluta, y vale la pena dedicar al “como nos mostramos y presentamos al mundo” unos minutos.
Aceptemos de salida que somos animales en evolución y que nadie mantiene su súper yo inalterable toda la vida. A partir de esa aceptación de cambio continuo, estaremos preparados emocionalmente a realizar micro-alteraciones en nuestro fondo (comportamiento) y nuestra forma (imagen), que nos adecuen con satisfacción al mercado y a nosotros mismos.
Se trata ni más ni menos que ir cambiando en la búsqueda al unísono y solo al unísono, de la satisfacción de nuestro entorno respecto a nosotros y lo que éste espera de nosotros en el más sentido más ambicioso, con la satisfacción de nosotros mismos con nosotros mismos buscando nuestra satisfacción.
Parece complejo, no lo es.
Si nuestro entorno profesional, familiar, social, etc. ven satisfechas sus expectativas sobre nosotros, pero nosotros no nos sentimos satisfechos con nuestra labor personal, fracasamos
Si nosotros nos sentimos realizados y dichosos, pero todo nuestro entorno queda decepcionado, fracasamos también ya que vivimos en sociedad.
Al final se trata de dar pequeños pasos conformando esa dualidad en nuestro yo absoluto que encuentre en el camino a la realización personal y al reconocimiento externo, íntimamente cogidos de la mano.
Quién llegados a este punto interpreta que la meta a alcanzar con todo ello es el éxito, que vuelva a la casilla de salida, no ha entendido nada.
¿Como se mide el éxito? Tal ambigüedad no tiene herramienta universal de medida. ¡Olvídese de ser un cosechero de éxitos, mentecato!
La meta, y espero que usted no llegue nunca del todo a alcanzarla para no dejar de caminar, es la felicidad, y esa sí tiene una herramienta de medida infalible: Tener siempre una sonrisa por lucir y un beso por recibir.
Palabra de galeno
Que delicia de post!
ResponEliminaRaquel
Esto no solo tiene que estar escrito por un buen profesional, si no por una persona buena.
ResponEliminaGanas de conocerte!
R,J
Perdona que ho comenti en catala, pero m expresso millor .Sense voler entrar en debats, crec que hi ha un punt en el que generalitzes.Tant a nivel profesional, personal com social la satisfaccio de l´entorn a vegades esdeve secundaria.Els grans avenços de l´ humanitat han estat donats per persones que han tingut l´entorn en contra, que han cregut en una idea malgrat les reticencies de l´entorn .En tota la resta d´acord.No se si m´he explicat be.
ResponEliminaBien !
ResponEliminaCumpliendo promesas, maestro.
Salutacions cordials
Xavier
"Tener siempre una sonrisa por lucir y un beso por recibir" me encanta!!
ResponEliminaPor experiencia propia, estoy de acuerdo contigo en que no se puede vivir pensando en complacer a los demás y dejándose a uno mismo de lado. Tampoco es bueno sólo pensar en uno mismo. Encontrar el punto de conexió entre los dos caminos sería lo ideal. Y ante cualquier adversidad tu frase final ayuda a suavizarlo todo.