A 17 dias del cielo
La mayoría de
nosotros llegaremos al día final aceptando que “fuimos tirando”.
Pocos, una rara minoría
tendrá el viaje al cielo realmente en sus manos, mientras la desdichada mayoría
lo haremos avanzando en la mediocridad de la inercia vital…
Si detectas una
de estas tres situaciones, estate atento:
-
Enfrentarte
a iniciar un proyecto de emprendeduría
-
Enfrentarte
a un consejo de administración defendiendo un proyecto que cambie la visión, la
misión y valores de una empresa para su supervivencia.
-
Enfrentarte
a ti mismo, escuchando contra todo y contra todos, tu verdad.
Dedicado a ti,
que quieres emprender, y quieres acertar en tu proyecto o tu negocio…
Sin olvidar que
no hay mayor proyecto que una vida, ni mejor negocio que ser feliz.
Ante todo, un proyecto
debe ser compartido. Siempre resultará más rico, completo y ambicioso desde su
creación, su recreación y posterior disfrute.
Quererse mucho a
uno mismo está bien, pero vigila, los mayores proyectos no son personales, por
mucho que nos vendan las nuevas corrientes filosóficas, que particularmente me
parecen mezquinas y ególatras, y tienden en demasiados casos a la soledad final
con añoradas y tardías miradas hacia atrás.
Pocas veces un
proyecto realmente rico nace del individualismo.
Todo aquello que va
a valer la pena vivir de verdad, va a ser compartido, y no solo eso, si no que
el hecho de que lo sea multiplica las posibilidades de llegar al destino, ya
que la posibilidad de desistir y abandonar se multiplican por 3 si no cuentas
con otra mano que te frene cuando toca reflexionar o te empuje cuando te
flaqueen las piernas.
La estación de
salida es LA MADURACIÓN y el tiempo de maduración es simple: El justo!
Es ese período
necesario antes de lanzar públicamente tu proyecto al infinito del entorno y al
veredicto de la crítica o el alago.
Por un lado, con
la impaciencia, estará verde y te expones a fracasar en la acidez de las
prisas. Por otro, si tardas, con la indecisión, el miedo o la inseguridad, lo
expones a una maduración excesiva y lo habrás podrido, estando ya muy lejos de
la perfección.
Delante te espera
un viaje de 17 días tan apasionantes como complicados, un viaje reservado a
privilegiados. Una mayoría no tendrá valor para iniciar ese viaje, y de las que
lo hagan muchas caerán absortas y vencidas en el camino de maduración
Si eres cabal y
encuentras ese proyecto en ese momento justo, iniciarás ese viaje de 17 días,
solo 17…
17 días de distancia para
tocar el cielo, para vivir tu sueño, para mecerte en tu obra… Pero serán 17
días duros para llegar a la estación de tu ilusión., pero son solo 17 días, y
piensa entonces que si te echas atrás, toda dificultad eludida será una losa en
tu vida.
Solamente 3 estaciones te
separarán de tu objetivo.
EL RECHAZO
Lo puedes padecer
y lo debes aceptar como una etapa normal.
Tu entorno no tiene por qué conocer la intimidad de tu trabajo, de tu esfuerzo y
del corazón depositado.
Piensa que todo
cuanto rechacen es lo que más deberás mimar ya que será la esencia misma de tu
verdad, y debes agarrarte a ella tenazmente ya que esa verdad solo tuya, acabará
siendo la verdad alabada o envidiada por los que entonces la rechazaron.
LA INCOMPRENSIÓN
Se aceptará lo
anterior, aún ni comprendido ni mucho menos aplaudido, pero habrás pasado la
criba del rechazo.
Piensa que la
incomprensión no es la imposibilidad de comprender, si no la imposibilidad de
sentir tu sentir. Te taladrarán en argumentos basados en la razón sin entender
que el corazón tiene razones que la razón ignora.
LA ACEPTACIÓN
Estás a punto de
llegar, el brillo de tus ojos será contagioso y cuantos dudaban del “qué”
empezarán a creer en el “quién”. Te convertirás en ejemplar, y quién te aprecie
y quien te quiera reconocerá cuan equivocado estaba y percibirá entonces la
fuerza de tu fuerza, porque no gana quien tiene que ganar, si no quien quiere
realmente ganar.
Y allí estarás, tocando
el cielo en el que creíste, y demostrando al mundo que no hacen falta artilugios
voladores para llegar a él.
Demostrarás que
unas zapatillas son suficientes si defiendes la verdad con dignidad y con
pasión.
Pocos llegarán.
Muy pocos…
Y no te engañes,
es imposible llegar a tocar el cielo sin atravesar antes los nubarrones.
Palabra de galeno