Master de Masters
Algunos amigos me piden que de la receta del “buen Master en Marketing (o similar)”.
Les daré mis 10 pasos culinarios pero ya aviso que no coincidirán probablemente con ningún recetario que hayan visto por ahí, y es que para gustos...
1.- Ponga un rico puñado de actores de las aulas y el mercado.
Ténganlo bien claro: Ningún profesor del mundo atesora los conocimientos de ese ser monstruoso, invertebrado y frío llamado “Google”.
Usted, ya tiene acceso a él, por lo tanto exija del profesorado contenidos diferentes de los que le ofrece. Asegúrese de que haya equilibrio entre el mundo académico y el profesional. Las formas, hoy, han tomado el mando sobre el fondo. La experiencia sobre la doctrina y el dogma. Las respuestas sobre los decretos y las proclamas. El propio mercado sobre el programa…
El buen profesor debe interpretarles, transmitirles e ilustrarles la vida ahí afuera. Que no les expliquen la suya, que a nadie le interesa!
2.- Espere un toque de sudor.
Un Master, no solo debe ser una inversión formativa, sino que además debería equivaler a la experiencia que se adquiriría en el triple o cuádruple del tiempo trabajando la misma especialidad en una empresa. Si no te ahogan y exprimen un poco a partir del ecuador, ese Master flojea…
3.- Añada un chorro de excelencia.
Pagan un título. El centro que elijan debe ser de prestigio internacional contrastado en un mundo cada vez más interconectado. En el caso del estado español, asegúrese de que pertenezca a la AEEDE. Que en Catalunya es lo mismo que mencionar los Centros: EADA, ESADE, EAE e IESE*.
4.- Compruebe una buena dosis de red
Busque una metodología donde Internet, las redes, el e-mail, WhatsApp, la Com. 2.0 y la interactuación con alumnos, profesorado y otros Masters internos y externos tengan presencia protagonista. Hoy, eso resulta vital, constructivo y enriquecedor. Un Master debe latir y compartir. Que no le encierren en sus cuatro paredes.
5.- Prevea un punto de acidez
Aquí, los baratos van a resultar insuficientes si sus perspectivas son ambiciosas. La calidad tiene un precio y vale lo que vale. Si hablamos de inversión, que lo es, y no dispone del dinero necesario, pídalo aunque escueza. Si elige bien, lo caro acabará siendo barato. No hay secretos en este punto.
6.- Busque una ración colmada de seguimiento
Si un Master late, y debe latir… las posibles medidas correctoras deben ser regulares y constantes buscando la eficacia y la eficiencia. La dirección y tutorización es absolutamente básica para no perderse por el camino, y a eso deberían añadir la complicidad de cuantos profesores han pasado por su aula. El papel del tutor o profesor no debe acabar al terminar la sesión. Éstos se han comprometido con un programa y unos objetivos. Exijan su teléfono y llámenles ante cualquier duda!
7.- Unos toques de chafardería grupal
Antes de iniciar ningún movimiento que le comprometa, investigue y chafardee quien le acompañará durante los próximos cientos de horas, como compañeros de clase. Tan importante va a resultar el buen nivel docente como de los aspirantes. Si el grupo es cultivado su aprendizaje será exponencial, si por el contrario es un poco memo, caerá irremisiblemente en la mediocridad. Si le niegan esa información, váyase.
8.- Alcance una buena ebullición de proyección
Hasta hace bien poco, y al margen de los conocimientos, la realización de un Master servía para obtener o conseguir un puesto de trabajo superior. Hoy desgraciadamente, si sirve para conseguir un trabajo, ya será magnífico. Compruebe que su Centro de estudios, disponga de buenos contactos, ofertas de trabajo y una bolsa viva.
9.- Máxima generosidad con el divertimento
Si el curso es divertido y un punto dicharachero, disfrutará de asistir a clase cada día. Si por el contrario es más tosco que un madero, tal vez le colme pero su entrega será menor y su percepción perderá brillo. Haga su estancia agradable departiendo antes y después de las horas lectivas. Todos saldrán ganando.
10.- Sírvalo en su punto inequívoco de seriedad
Ya está dentro y ha comprado seriedad. Compruebe regularmente que programa y profesorado se adecuan a lo prometido. Demasiadas veces se anuncian docentes, que ni tan siquiera han estado invitados a participar. En este sentido tolerancia cero!
Palabra de galeno
* Qué cosas... Me tienen que soportar en 2 de ellos!