UNA BESTIA LLAMADA NEYMAR

                                                                                         Una bestia llamada Neymar

El Barça ha acertado.

En este espacio intento, solo eso, analizar la vida que me envuelve en clave de marketing, y en clave de marketing el club azulgrana ha marcado anticipadamente el primer gol de la próxima temporada al eterno rival de la capital de España (y ellos lo saben y lo sufren).
Desde el simple punto de vista de lenguaje no verbal, los primeros gestos del crack brasileño en la ciudad condal y el coliseo catalán fueron brutales y se descubrió un chaval (Neymar no es más que eso) que crea de todo menos rechazo, algo poco habitual en las celebrities que mueven masas: Sonríe tímidamente a quién se le acerca, dedica más tiempo a la ilusión de los niños que le atosigan que a los periodistas que le reclaman, le brillan los ojos de forma inconsciente, se le escapa una y otra vez una risa vergonzosa que no puede controlar, no sabe que hacer con las manos ante las preguntas de los reporteros en una muestra de timidez e inseguridad, y todo eso en el deportista con la mayor proyección y progresión mediática y publicitaria de todo Latinoamérica.
Solo un actorazo podría jugar mejor el papel de triunfador tímido y modesto, y el nuevo futbolista del FC Barcelona no se ha formado que yo sepa en estudios de Hollywood, si no en calles sin asfaltar de Mogi das cruzes (Sao Paulo).
Yendo a aspectos más propios de mercadotecnia, hablamos del único Top 30 entre los mejores futbolistas del mundo que no juega en las ligas europeas, con lo que eso puede suponer de arrastre de consumo. Hablamos del único Top 30 que hasta ayer tenía exclusivamente su página oficial en su lengua materna, el portugués, y con la lógica explosión de seguimiento y business que va a generar a la que estrene su realidad virtual oficial en inglés, en castellano y en chino.
¿Cual es hoy el límite de rendimiento de esa bestia financiera? Incalculable.
El Barça ficha un diamante realmente virgen en un mercado global de la publicidad más que trillado y violado, y no resultará definitivo que el torpe de Rosell no haya conseguido ni un mísero 10% de sus derechos personales y publicitarios, ya que lo que puede llegar a generar como motor de consumo, con su simple explosión a nivel colectivo junto al resto de estrellas catalanas de nacimiento o de adopción, es tan y tan bestia, que da escalofríos realizar cálculos.
Si además, como dicen, su virtuosismo genera triunfos y títulos, estamos ante una auténtica máquina de generar negocio, y pese a su corta pero intensísima experiencia, por el brillo de sus ojos y como acaricia y atiende a los niños que le agasajan, él ni lo sabe ni le interesa.
Estamos ante el actual deportista con más proyección comercializable del mundo, tanto por su estremecedor y rutilante futuro, como por la prácticamente nula explotación mundial realizada hasta hoy.
Que velen por no torcerlo, con Messi se consiguió...
Palabra de galeno