Jode, pero este chaval con pinta
de pijo macarrilla es un puto genio.
Despierta la devoción cuantitativa,
que la cualitativa es tan subjetiva como el propio ser humano, más desenfrenada
producida en la música, en los últimos 50 años (Es el cantante más joven en irrumpir
como Top One en las listas de ventas de USA, desde Stevie Wonder - les suena? –
en 1963) e incluso por causar el desespero envidioso y enfermizo de sus
detractores como no se recuerda un caso igual (más de 100.000 firmas piden hoy que
sea deportado a Canadá por consumo de marihuana), lo cual enfatiza, más si
cabe, su ya legendaria existencia...
El niño es un privilegiado.
Toca a la perfección piano,
trompeta, guitarra y batería, y hasta el mismísimo número uno del Rap mundial,
Usher, quiso voluntariamente adoctrinarle en el arte del movimiento escénico y
la interpretación en video-clips, al verlo, casualmente, cantar en una TV local.
El niño gusta.
Sus videos en You-Tube superan
los 7.000 millones de visualizaciones (Lo han leído bien, y no pierdan el
tiempo buscando un solista por encima), cuenta con más de 80 millones de
seguidores en las redes sociales (Más que Brad Pitt y George Clooney juntitos)
y la cifra que ha llegado a generar en ventas de productos asociados a su
imagen, no cabe en este post.
El niño encandila.
Hijo de una madre soltera
canadiense que empezó a colgar videos de la criatura con doce años, Bieber jamás
ha contactado con ningún profesional reclamando ayuda, y aunque en la
actualidad cuenta en su equipo con los mejores y más reputados genios de la
producción musical, marketing, canto, merchandising, imagen, etc... todos sin
excepción han acudido a él y no al revés.
El niño es astuto.
Hace 15 años la relación entre la
música y el éxito, pasaba necesariamente por el apadrinamiento de un medio de
comunicación referente o un Dj reputado. Nada de eso se da con el chavalín.
Él se ha basado en la red, y jamás
ha dejado que nadie gestionara sus perfiles on-line, llegando de forma personal,
fresca, directa, creíble y cierta a sus millones de fans (con algunas patinadas
ilustres que lo hacen más veraz y auténtico), explicando desde un último
fracaso amoroso, a un superado resfriado, en una conexión inexplicable con su público,
y a todas luces: Mágica.
El niño es eterno?
Los supuestamente “gurús” del
sector le daban unos pocos meses de vida como un fenómeno efímero, y lleva 4
años destrozando los records más perennes del sector con una voz angelical, simpatía,
ternura y miradas vivarachas...
En fín... Todo un ejemplo de buen
hacer que aunque a muchos sorprenda, se ha gestado desde la nada y sin
artificialidades.
¿A usted no le gusta? Respetable...
Pero no vaya a pensar que 200 millones de personas estan equivocadas y usted es
el genio que todo lo sabe.
¿Producto de quinceañeras?
Seguro! Pero éstas pueden elegir entre miles de referentes, y solo uno se ha
convertido en su particular divinidad.
Como pueden imaginar me encantaría
poder explicar que todo es un producto del marketing musical, ya que eso elevaría
mi profesión a los altares de lo milagroso, pero mal que me pese, he de
reconocer que no es así, y si lo es... Tal vez estemos ante un genio no solo de la
musica, si no también del marketing, y ese genio no es otro que él mismo.
Palabra de galeno.