Fuego en el alma
Un último post antes de vacaciones.Un último post escrito con los párpados aún húmedos por la impotencia que crea el terror del fuego que está azotando mi país.
Un último post con la triste noticia de personas fallecidas y decenas de miles de hectáreas calcinadas en un marco de crisis que hoy tiene en vilo a miles de familias que no saben si el mes que viene el gobierno dispondrá de liquidez para pagar sus nóminas y salarios (si tienen la fortuna de percibirlos).
Este es el marco en el que me propongo escribir esta última entrada.
Un marco nada alentador. Un marco triste y con extrañas sensaciones de cara a las jornadas de descanso que se vislumbran por delante.
Y en esta mierda de situación me vienen a la memoria afirmaciones, que siendo ciertas, de tanto repetirlas sin ningún tipo de rigor se han convertido en topicazos del copón!
“Las crisis no son por ellas mismas negativas, y sí en cambio una excelente oportunidad”
Aunque pueda estar de acuerdo desde el punto de vista más emprendedor y creativo, lo cierto es que resulta un insulto a los de siempre: Los que viven en el sótano de la sociedad (Que son la inmensa mayoría y que permanecen hacinados en la mal llamada clase media), esos que no solo pagan los platos rotos, si no que se los parten en la propia crisma y sin rubor, los mismísimos culpables de la crisis que casualmente son sus máximos valedores y beneficiarios, al tiempo que sus promotores ya que del drama colectivo se derivará el mayor provecho para augmentar su propia hegemonía y poder.
Y los bosques arden, y lo hacen en parte porque esa crisis no permitió que fueran limpiados y preparados convenientemente para el verano.
Y mientras, el humo del sangriento incendio se cuela por la rendija de la ventana de mi sensibilidad ahogando mi maltrecho y habitual optimismo, y empañando de color gris la luz que todos ustedes han regalado a este espacio los últimos meses.
Sean felices, o inténtelo al menos...
Nos vemos el día 27 de agosto.
Palabra de galeno.