dimecres, 2 de maig del 2012

¡ME LA SUDA MOLAR! YO QUIERO VOLAR...


                                                                                             Volar

Hoy lo medimos todo, ya que todo lo queremos poder comparar, analizar y evaluar... Normal.
Estamos en la era de auditabilidad y la medición. Todo el mundo espera que haya datos y poder medir todo lo que haremos a partir de lo concreto y conocido. Es decir, a partir de lo ya sucedido.
¿Eso mola? Debe molar por que está bien extendido, pero a un servidor, aún reconociendo su utilidad y virtud,  no le mola una mierda...
Las percepciones intuitivas de los mercados han pasado a mejor vida excepto, curiosamente, en los avances que mueven, transforman y revolucionan las sociedades y las civilizaciones en su máxima extensión. Son los avances que se basan en el riesgo de unos pocos en provecho de unos muchos. Avances que proyectan,  exponiéndose, a partir del talento y el ingenio sin basarse en datos conocidos o, lo que aún resulta más increíble, poniendo esos datos en duda en clave de futuro.
En este contexto y en una sociedad occidental sumida en una galopante crisis (que incluye la de valores) la hiper-aceleración en la que operamos choca con una realidad muy nuestra: El rechazo al cambio.
Unos y otros se llenan la boca con que buscan constantemente la aventura... Mentira!
Gustan de aburrirse, disfrutan de la rutina, les asusta el cambio y gozan de la monotonía. En este territorio de máxima hostilidad para la creatividad y la innovación, nadamos algunos chalados que solo somos percibidos como “imprescindibles” por los menores de 30 años, que lamentablemente son los que aún no mandan un carajo.
Eso no quiere decir que no existan cambios a nuestro alrededor, y el Marketing y las posibilidades que hoy ofrece, son un claro ejemplo del fruto del tesón casi masoca de cientos de emprendedores que pisotean cada día la naftalina que encuentran en cientos de despachos y desordenan la gomina en los cabellos canos de almidonados “decidientes” (Otro vocablo que invento, que sería la unión entre “el que decide por sus dependientes”). Esos mismos decidientes que con la llegada de internet, excelían sus virtudes mientras sentían pánico por sus adentros al no saber como cabalgarlo y mucho menos adiestrarlo, y se limitaron a usarlo con las mismas metodologías, mismos medios, mismo lenguaje que existía hasta el momento. Durante mucho tiempo han cometido el error de seguir haciendo su trabajo tradicional, delegando en un único departamento la parte digital, marketing online, social media, comunidad online… en lugar de adaptar la empresa, el equipo, la comunicación, etc. de una manera global al nuevo entorno.
Y esa es la pista de baile, me guste o no, y no me fascina... Una pista de baile que hoy percibo especialmente oscura, y no por haber bajado la luz para bailar “agarraos”, si no porque alguno, que debería llegar con la misión de adecuar mi alrededor,  me temo que, de salida, deberá aprender a conjugar el verbo “volar”, y es que solo atreviéndonos a volar, podremos percibir desde las alturas las posibilidades del territorio en el que operamos.
Palabra de galeno

19 comentaris:

  1. Que magnífica reflexión
    Que magnífico artículo
    No es de extrañar que la primera imagen de "ilusión" en Google la poseas tu.
    Adrenalina pura!

    Anónima seguidora

    ResponElimina
    Respostes
    1. Anónima seguidora,
      Me alegra que te haya gustado. Esta semana ha estado escrita muy desde el corazón y poco desde la cabeza.
      Una calentura, vaya!
      Un abrazo

      Dr. M.

      Elimina
  2. jODER, QUE GUSTO DA LEERLO!

    Felix

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hola Felix!
      Lo que realmente da gusto es tener viositantes tan y tan generosos!
      Un abrazo

      Dr. M.

      Elimina
  3. Si nunca haces nada diferente es imposible que pase nada diferente. La rutina le va bien a mucha gente. Si funciona no lo toques. Readapatarse es esfuerzo y eso sale del esquema.

    Los emprendedores queremos volar...

    Un dia soñé que volaba y aún recuerdo como era la sensación de dejar de tocar el suelo. Escalofríante !!!!

    Me encanta la última frase:"...y es que solo atreviéndonos a volar, podremos percibir desde las alturas las posibilidades del territorio en el que operamos".

    Saludos Doctor !!!

    Miquel

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hola Miquel,

      El sueño de volar, que tengo absolutamente presente ya que se me repite en diferentes formas, debe tener que ver con esa manía mía de alejarme de la mayoría...
      En fin.... Visca els voladors i els somniadors!

      Dr. M.

      Elimina
  4. Brillant doctor!

    M'han recordat a un parell de consells de la setmana passada!
    Recors i abraçades!
    Oquendo

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hola Oquendo!
      I recorda... quan una ha fet tot el que podía i havia de fer per bellugar les coses, i ni així se'n surt... Que bombin els immovilistes!
      Love

      Dr. M.

      Elimina
  5. Lluis,

    En un mundo que se mueve en el corto plazo, las estrategias empresariales se modifican en muchas ocasiones a la velocidad de los acontecimientos y simplemente como cuestión de supervivencia.

    Las características de un proyecto basado en objetivos sólidos se representan tradicionalmente en los tratados de Project Management con el acrónimo de “SMART” (eSpecífico, Medible, reAlizable, Realista y limitado en Tiempo).

    Molar, no sé si mola pero medir, comparar, analizar y evaluar debería servir para hacer mejor las cosas. Y aunque a veces lo planeado quede desfasado por un cambio de escenario significa esto que no debamos planificar? En absoluto, la improvisación sólo es excelente cuando ha venido precedida de planificación y de esfuerzo.

    El miedo y el rechazo al cambio vienen de lejos, ya lo explicó Darwin al final el éxito y la supervivencia no dependen de que seamos más listos o más fuertes sino de lo rápido que nos adaptemos a los mismos. Su rechazo sólo es miedo a lo desconocido, especialmente por el que se sabe seguro que no podrá o sabrá adaptarse a él, con alta probabilidad un “decidiente” que te echará de su despacho diciendo: “Aquí siempre hemos hecho las cosas así”.

    Pero si somos honestos no se puede pedir a toda la organización que sea creativa, innovadora y con “visión de helicóptero”. Para eso están los Marketingeros no? :))) X.X.X. Meri

    ResponElimina
    Respostes
    1. No veo donde disentimos, francamente.
      La auditabilidad métrica general no solo es conveniente si no necesaria. Si lees atentamente así lo expreso y le doy todo el sentido de valor y virtud. Otra cosa es que me mole, y no me mola (Y eso no es dicutible ya que obedece a mi percepción personal).
      El Mkt es básicamente planificación y rentabilidad, y jamás iré en contra de eso, pero en mi espacio me gusta mostrarme como soy y soy un "volador" un poco transgresor y aquí, simepre provocativo.
      No hay más.
      Un beso grande

      Dr. M.

      Elimina
  6. Sabes, a mí lo que más me ha gustado de todo es ese "imprescindible", una palabra que últimamente oigo mucho en un entorno en el que nadie quiere mover nada porque ya está bien como está, porque siempre se ha hecho así... Y es muy difícil convivir con personas que no ven más allá y las alturas les dan pánico.

    Un gran post (como siempre!!)

    Un abrazo

    Sònia

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hola Sònia,
      A toda esa gente que no se eleva ni para saltar, les daría un cachete para que como mínimo exprerimentaran ver las "estrellas"!
      jajajajaja
      Un besito.

      Dr. M.

      Elimina
  7. A los niños se les ensaña que el error es imprescindible para aprender. Esta triste sociedad adulta mide para no equivocarse. El error está penalizado, demonizado, casi. Se entiende en determinados ámbitos. En otros es sencilla y llanamente, patológico. Y parece que esa enfermedad, la errorfobia (si te gusta el palabro, Doc, te lo regalo para tu colección), es contagiosa y, además, se está cronificando. Sumidos en esta parálisis, las butacas directivas miran de escaparse de sus secuestradores errofobicados que se chupan la punta de la corbata a falta de chupete. Es cuestión de tiempo, Doc, que la selección natural imponga su ley. A esto hay que darle un meneo y personas auténticas como tú tendrán que asumir su momento, a lo Tito Vilanova. ¿Estás preparado para equivolarte?

    Gracias por recordarnos para qué está el cielo.

    Eduardo

    PS: equivolarte también te lo regalo.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Solo te explicaré una cosa.
      Como creo que ya os comenté, estoy en el grupo de profesionales seleccionados para la elaboración del "Pla Nacional de Valors" del Govern de la Generalitat de Catalunya.
      Todo mi trabajo ha radicado en elaborar un extenso, con un grupo restringido de colegas" entorno a un documento: "LA DIGNIFICACIÓN DE LA DERROTA".
      Vaya casualidad, verdad? O tal vez no... y por eso conecto con muchos de vosotros.
      Gracias.

      Dr. M.

      Elimina
    2. No quería robarte más tiempo, Doc, pero no lo he podido evitar. Hasta el título del documento que me comentas redunda en la penalización del error. Las palabras hablan. Derrota. Dignificar. Buf, cuánta niebla alrededor del hermoso acto de intentar (y no conseguir lo esperado). Tendréis vuestras razones, pero, ¿no sonaría mejor "la Sabiduría del error"? En catalán suena de maravilla: "La Saviesa de l'error".

      Lo dicho, disculpa mi intromisión.

      Eduardo

      Elimina
    3. Alarguemos pues el debate (con eñ permiso del respetable).
      Opino diferente, Eduardo. Hablar de "Derrota" no penaliza errores! No huyamos de lo que está ahí, y la derrota convive con nosotros igual que lo hace el triunfo. Nopor el hecho de no ser deseada debe ser ocultada. No existe esfuerzo sin la posibilidad de perder, y eso no debe ocultarse, sino incorprarse a nuestras vidas en sentido de formación, aprendizaje, experiencia y provecho. VIVAN LOS GANADORES Y VIVAN LOS PERDEDORES!!! Sin los segundos no existirían los primeros...
      Un abrazo, amic meu

      Dr. M.
      pd: Se puede perder sin cometer un solo error. Y ganar cometiendo muchos de ellos...

      Elimina
    4. Cerveza mediante, un día tenemos que discutirlo o, mejor dicho, matizarlo.

      Invito yo.

      Eduardo

      Elimina
  8. Solo te decides a volar cuando lo q hay abajo es poco..por eso en momentos de crisis es cuando vale aquello de:"de perdidos al rio...: ya no hay seguridad de nada, las estadisticas ya no valen, lo que antes valia ya no sirve, papa estado ya no nos puede proteger...y tenemos miedo....despues del miedo...volaremos...no hay otra...
    Verónica Martí Ceballos

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hola Verónica!
      Es cierto que el vuelo puede ser el resultado de la desesperación cuando ya nada responde, muy buen apunte, ya lo creo... Pero también puede ser una actitud frente a la vida que para algunos será osada o incluso suicida, y que en cambio yo opino que dignifica a su protagonista, ya que antepone su verdad a su seguridad. Hay pocos de esos? Seguramente pero como las meigas: Haberlos/as haylos/las.
      Un beso!

      Dr. M.

      Elimina