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divendres, 15 de novembre del 2013

ESCRIBIENDO DESDE EL POZO




                                                                                                                  pozo
En un momento personal decisivo, percibo que mi entorno me tiene como un tipo un poco “pirado”, y algo de razón debe tener ese entorno por lo que luego les explicaré...
Me aferro ciertamente y de forma emocional a los excesos al afrecer y ofrecerme, y sufro esa misma generosidad al recibir, en forma de bofetadas, cuando las cosas se tuercen, y esas bofetadas tienen un componente denominador común: La racionalidad no emocional.
Todo este rollo viene a cuento al referirme a mi sector de actividad, donde convivimos en impuesta harmonía, emocionales y racionales con un mismo objetivo: Crear.
El otro día, azotado por un (espero que breve) vendaval contrario, buscaba como encarar mi nave vital en una ceñida perfecta que me llevara a puerto, el único puerto que vislumbro en un proyecto decisivo, y me dió por buscar en algunos de mis más personales referentes y de las más diversas disciplinas, puntos en común que me ayudaran a ver la luz de algún faro, y descubrí ese punto en común: Todos ellos vivían atormentados y con evidentes signos de vivir en la frontera entre la realidad y la locura.
Revisé la vida de Mozart, que vivía atormentado por los celos, de Caravaggio, desquiciado religiosamente ante sus apegos homosexuales, de Ingmar Bergman, de un pesimismo patológico, o Marvin Gaye, que se autodestruyó sumido en las drogas y convencido de conspiraciones contra su vida...
Y el punto álgido lo encontré donde se fusionan amor, locura y arte, en las vidas de Auguste Rodin y su discípula Camille Claudel...
Todo ello me hizo pensar (lo hago a veces...)
La genialidad está directamente relacionada con la locura o el hecho de estar “pirado”?
Y la conclusión es que sin ser determinante, ayuda, y me explicaré:
La racionalidad, el equilibrio y la cordura pone límites y barreras a la realidad, o mejor dicho, utiliza la realidad como único y delimitado campo de juego.
La locura en cambio no es que no los ponga esos límites, es que no los percibe, y por lo tanto no los considera...
En la locura, la creatividad queda sin límites, y el campo de juego, el objetivo, la meta o la linea de llegada pueden llegar a ser directamente infinitos e incluso eternos!
Y continuo escribiendo desde el pozo, sin olvidar que también los pozos tienen salida.
Basta mirar hacia arriba y percibir que desde el pozo también se ve el cielo, y ese cielo se vislumbra infinito.
Solo falta esa mano que me ayude a salir.
Que no tarde... que empiezo a estar empapado.
Palabra de galeno

divendres, 4 d’octubre del 2013

LA SONRISA Y EL BESO


                                                                                                          smile

Algo habré escrito sobre marketing personal, pero dada la situación de crisis no solo económica si no también de valores por un lado, y la desnudez a la que nos somete cruelmente internet, me da que vale la pena insistir.

Desde el primer minuto de nuestro nacimiento empezamos a conformar una personalidad en carácter “on”, que expresaremos a partir del segundo minuto en carácter “out”.
No entraremos a discutir los teoremas de Rousseau o Descartes, pero es obvio que nuestra posibilidad de incidir, tanto en nuestra personalidad como en la imagen que mostraremos de ella es total y absoluta, y vale la pena dedicar al “como nos mostramos y presentamos al mundo” unos minutos.
Aceptemos de salida que somos animales en evolución y que nadie mantiene su súper yo inalterable toda la vida. A partir de esa aceptación de cambio continuo, estaremos preparados emocionalmente a realizar micro-alteraciones en nuestro fondo (comportamiento) y nuestra forma (imagen), que nos adecuen con satisfacción al mercado y a nosotros mismos.
Se trata ni más ni menos que ir cambiando en la búsqueda al unísono y solo al unísono, de la satisfacción de nuestro entorno respecto a nosotros y lo que éste espera de nosotros en el más sentido más ambicioso, con la satisfacción de nosotros mismos con nosotros mismos buscando nuestra satisfacción.
Parece complejo, no lo es.
Si nuestro entorno profesional, familiar, social, etc. ven satisfechas sus expectativas sobre nosotros, pero nosotros no nos sentimos satisfechos con nuestra labor personal, fracasamos
Si nosotros nos sentimos realizados y dichosos, pero todo nuestro entorno queda decepcionado, fracasamos también ya que vivimos en sociedad.
Al final se trata de dar pequeños pasos conformando esa dualidad en nuestro yo absoluto que encuentre en el camino a la realización personal y al reconocimiento externo, íntimamente cogidos de la mano.
Quién llegados a este punto interpreta que la meta a alcanzar con todo ello es el éxito, que vuelva a la casilla de salida, no ha entendido nada.
¿Como se mide el éxito? Tal ambigüedad no tiene herramienta universal de medida. ¡Olvídese de ser un cosechero de éxitos, mentecato!
La meta, y espero que usted no llegue nunca del todo a alcanzarla para no dejar de caminar, es la felicidad, y esa sí tiene una herramienta de medida infalible: Tener siempre una sonrisa por lucir y un beso por recibir.
Palabra de galeno

dimarts, 16 d’abril del 2013

TODO COMIENZA CON DOS GIN TONIC

                                                                    Gin tonic

¡Si consiguen que les pongan pegas u objeciones, enhorabuena, están a punto de cerrar una venta!
El proceso de venta es un complejo universo de seducción donde no existen fórmulas infalibles ya que de ser así todos seríamos vendedores implacables, y los compradores serían burdas marionetas en nuestras manos. Nada más lejos de la realidad.
En ese proceso hay que construir mentalmente, incluso con ensayos previos, todo cuanto nos podemos encontrar para alcanzar el éxito final. Estamos ante un reto comunicativo del que dependerá el desbocado objetivo con tres cabezas: La seducción, la convicción y la venta.
Y ahí quiero detenerme y les pido que presten atención.
Si llegan a despertar interés, contra lo que muchos puedan pensar han de conseguir que su comprador le plantee objeciones, ya que solo a partir de esas objeciones se construirá una venta no solo emocional si no incluso racional. No se trata solo de vender, se trata de que la satisfacción ofrecida a todas las pegas planteadas se conviertan en el triunfo del comprador, no del suyo, y a partir de ahí asegurar una fidelización para la repetición absolutamente entregada.
Usted es un candidato no solo a ser comprado, si no sobretodo a dar satisfacción a la necesidad ajena...
Es como cuando te acercas a una chica que te atrae, en cualquier barra de cualquier bar de cualquier ciudad y de cualquier país del mundo y te presentas.
En esa situación se pueden dar dos casos, que ella se te saque de encima con una sonrisa o incluso excusándose diciendo con buenas palabras que está con unas amigas y que... no pierdas el tiempo, o puedes encontrarte con alguna objeción del tipo. “¿Pero tú no estás casado?” o “Seguro que le tiras la caña a todas”...
No duden ustedes que en el primer caso, vayan cambiando de presa que la calabaza lleva su nombre, y en cambio en el segundo, si son astutos, preparen el billetero que les va a tocar pagar más de un gintonic y quien sabe si la habitación de un céntrico hotel.
Pero volvamos a la venta.
Una vez entiendan que la objeción es el camino, no tropiecen con una piedra habitual en ese camino: Su propia inseguridad y miedo al fracaso. Las objeciones no deben jamás tomarse como un ataque personal, ya que no lo son, y sí en cambio como una oportunidad de mostrar todas sus armas, todas las soluciones que tiene usted preparadas para la ocasión (y que les he pedido que previamente hayan ensayado, ¿Recuerdan?)
Y a partir de ahí, dejen volar su creatividad para reenfocar esas objeciones en simpáticas soluciones. Provoque la sonrisa de su interlocutor, háganlo suyo haciéndolo sentir importante.
Si volviésemos a ese bar, y ante la mordaz pregunta de “Pero... ¿Tu no estás casado?”, mírenla fijamente, y con una felina sonrisa pregúntenle ustedes: “Perdona, yo me he estado preguntando toda la noche, que planes debes tener para el resto de tu vida...”
Ella volverá a preguntar sobre tu estado civil, pero que vayan poniendo hielo en copas baloon para dos gin tonic...
Palabra de galeno

dimecres, 20 de febrer del 2013

LA PERVERSIÓN DE UN RESULTADO


                                        La perversión de un resultado

He realizado la tutoría integral de un grupo de alumnos en un complejo proyecto final, en el Master en comunicación de empresas de un prestigioso centro de negocios y enseñanzas avanzadas.
No soy persona de tomarme a la ligera mis compromisos, y de las 4 horas que el centro de negocios tenía a bien pagar al tutor por ese cometido, uno, que es como es, decidió invertir más de 20, que es lo que me pidió el cuerpo y he considerado adecuado para ayudarles en su objetivo final, y estoy satisfecho que así fuera.
Hoy los miembros del grupo, después de 6 meses ya no son el grupo A, son 4 amigos: Dani, Katha, Ana y Esther, y mis 4 amigos están “tocados”.
Un tribunal, en 45 minutos de escucha, ha decidido valorar sus cientos de horas de trabajo, su tesón, su análisis, su esfuerzo y, por qué no decirlo, su talento... Con un 7.5 sobre 10 y ellos consideran que es poco.
Poco, mucho... ¿Respecto a qué...? ¿A quién...?
Y en realidad, ¿que carajo importa?
Se invierten unos miles de euros para realizar un Master con el objetivo de ser al final un mejor profesional, de estar más preparado en la jungla de la competitividad, de adquirir unas enseñanzas, de establecer unos contactos, en definitiva, de crecer personal y profesionalmente.
En este contexto, ¿que importancia puede tener el valor numérico que den unas personas que probablemente ni han tenido tiempo en 45 minutos, de entender la esencia de lo expuesto?
Al 7.5 obtenido, yo os pongo, queridos amigos, un 2.5 complementario con lo que alcanzáis un 10 absoluto.
1 punto por resultar encantadores, luchadores, equilibrados, dulces y brillantes.
1 punto porque puedo gritar en voz alta que hoy tengo 4 amigos más que hace un año, y de los de verdad.
Y un 0.5 adicional por haberme soportado, por haberos adaptado a mis cambios horarios constantes y haber aceptado no recibir toda la información necesaria, con lo que habéis tenido que hacer un esfuerzo extra para llegar a la excelencia final.
No demonicéis a los puntuadores, son mortales y probablemente han sido especialmente duros, ya que se tiende a exigir a quien posee talento y brillantez, mientras que se suele proteger al desvalido, y vosotros, desde el primer día habéis demostrado ser absolutamente autosuficientes.
Tal vez demasiado...
Palabra de galeno

dimarts, 23 d’octubre del 2012

ALIMENTÁNDOME DE ELLOS


                                                          El más pequeño.

Leía no hace mucho, que una rana colocada en un recipiente con agua fría y puesto sobre el fuego, no percibe el incremento de la temperatura del líquido elemento ya que su piel se adapta a la temperatura, con lo que no percibe tampoco el peligro.
Si esto es así, que parece que lo que es, acabará bien chamuscada ya que no intentará en ningún momento huir, y su triste final será cuestión de unos minutos.
Nosotros, claro, no somos ranas, y no les deseo ese final, pero tenemos muchísimo más en común con el batracio de lo que muchos puedan llegar a pensar.
Queda más que demostrado que, para lo bueno y para lo malo (especialmente en tiempo de crisis), nuestra capacidad de adaptación resulta asombrosa. En parte, nuestro cuerpo ya está morfológicamente preparado para adaptarse a los agentes externos: Nuestra visión se agudiza con la falta de claridad, nuestra capacidad olfativa ante la falta de olor, nuestro paladar se adapta con suma facilidad a gustos extremos como nuestros oídos se adaptan tanto a volúmenes exagerados, mitigándolos, como a susurros, agudizando su poder.
A diferencia de la rana, la adaptabilidad en el ser humano, lejos de suponer un peligro, suele suponer el equilibrio emocional para mantener unos parámetros de felicidad más o menos estable, si no viviríamos constantemente en un carrusel interminable de euforias y depresiones.
Tener la cabeza bien amueblada es eso, ni vivir en una búsqueda interminable y frustrante del placer, ni apalancados en nuestra desdicha.
Siendo cierta toda esta reflexión, ¿Dónde se encuentra la verdadera felicidad, con la que está cayendo? Y la respuesta la hallaremos, con permiso de Abraham Maslow, en la satisfacción de nuestras necesidades en sentido amplio, y no nos engañemos, cuanto más modestas sean éstas necesidades, más fácil será alcanzar el deseado objetivo del bienestar personal.
Los humanos somos tipos muy raros, y aunque parezca increíble es más dichoso un ciudadano de Dakar en estado de casi supervivencia si puede dotar a los suyos de lo imprescindible, que un ejecutivo de la City londinense que tiene como referencia al engominado que ocupa el despacho de delante y se obsesiona con el brillo del Bentley de su vecino, y que él no puede alcanzar.
Seamos un poco rana y adaptémonos sin llegar a ser tan bobos de no percibir el peligro del entorno. Luchemos por la mejora (¡faltaría más!), pero seleccionemos realmente por lo que vale la pena sufrir o gozar, perder o ganar, y eso pasa por apreciar, mucho más el brillo de la sonrisa de mis hijos, que el de la carrocería pulida de un trasto con cuatro ruedas de algún necio desconocido y repeinado.
Palabra de galeno



dilluns, 8 d’octubre del 2012

VÉNDEME LO QUE QUIERAS, GUAPO!


                                                                         A vender!

La publicidad y la belleza física van íntimamente ligadas ya que, nos guste o no, la belleza vende.

Los anhelos y reivindicaciones feministas, convertidos en griterío a veces, han establecido y conseguido unas normas de presentación del cuerpo humano, tanto femenino como masculino, que limitan el lenguaje sexista y eso está bien, pero en demasiadas ocasiones se confunde ese lenguaje con la simple exposición de la belleza corporal con fines comerciales, y ahí... No veo yo pecado alguno.
No nos engañemos, el marketing en general y la publicidad en concreto, es el escaparate visual de nuestros deseos más íntimos, de nuestros sueños, y personalmente y en este espacio me he cansado de defender la teoría de que al final, ese marketing se reduce a un solo y diáfano objetivo: La seducción.
Yo no me voy a engañar y no quiero que les engañen a ustedes, es más fácil que caigan rendidos ante un bellezón que ante un espantapájaros.
Me marea escuchar una y otra vez la cantarela de que la belleza con fines publicitarios promueve los estereotipos, los clichés y las desigualdades, cuando nuestra vida, la de todos, es la incesante lucha por alcanzar unos status sociales y estéticos determinados, tanto desde el cuidado de nuestro cuerpo, el culto a nuestra imagen o el vestir según nuestros cánones referentes, esos mismos que luego criticamos por resultar estereotipos.
¡Caretas fuera, por favor!
Nacer aquí o allá, alto o bajo, agraciado o feíto, ya es de por sí una cruel selección, y todos los seres humanos han de tener la oportunidad de utilizar y gozar de las armas y oportunidades de mejorar esa criba, pero a partir de ahí... Competitividad señores, que la sociedad es un campo de batalla donde el esfuerzo siempre, y digo siempre trae consigo premios, frutos y atractivos manjares.
En ese contexto, a nadie se le escapa que una barra de un nignt-club de guapos y guapas camareras mejorarán la caja del día, o es por casualidad que todos los bares “Top” cuentan sus camareros y camareras por pibones?
Se tiende a confundir a la opinión pública. Una cosa son los dignísimos, dolorosos y trabajados avances en
la lucha por la igualdad, que no solo cuentan sino que han contado de mi más absoluta complicidad, y otra es hablar de utilización sexista en publicidad cuando en realidad lo que se utiliza como argumento de venta no es un sexo determinado sinó el componente estético de lo perfecto y deseable, y claro... Ahí algunas se rasgan las vestiduras.
La belleza se encuentra en el interior...
¿Pero que me estás contando? En el interior está la bondad, la generosidad o la solidaridad... Pero la belleza? Eso será para un médico forense, que encontrará precioso el hígado, el páncreas y la bilis, esa misma bilis que a algunas/os se les escapa por la boca cuando descubren que el último producto publicitado por Scarlett Johansson ha destrozado stocks.
Palabra de galeno

dilluns, 18 de juny del 2012

DEVORADOR DEVORADO


                                                           Devorado

Hoy el post no es sencillo, y si a mi me va a costar escribirlo, a ustedes supongo que les costará seguirlo.
¿Lo intentamos ambos?
Vamos ahí...
En una sociedad tecnológica como la actual, las actividades cotidianas individuales proyectadas hacia todos los ámbitos y a través de Internet, han sufrido una extraña mutación que en muchos casos puede llevar a la adicción más absoluta.
Este nuevo paradigma de relaciones superpuestas en diferentes planetas eléctricos como Instagram, Facebook o Twitter hace que existan realidades paralelas, todas verdaderas (que ya saben que para mi tan real es una relación life como una relación on-line), pero que no dominamos de la misma manera y que en muchos casos tienden a dominarnos a nosotros.
Las marcas y el neuromárketing se han lanzado a la caza del consumidor a través de la red, y muchos quedarán expuestos mezclados entre sus neuras y demonios.
La psicología nos cuenta que para alimentar nuestros vacíos, debemos trabajar en nuestras inseguridades y miedos, y percibo a mi alrededor de que muchísimas personas substituyen ese trabajo de introspección personal, con la visita reiterada y a veces enfermiza a alguna red social, donde perciben y se deleitan de ser un referente admirado, seguido, entendido y hasta amado.
Otro punto que he analizado desde mi ámbito, una vez he conocido en vivo a esa persona que solo conocía on-line, es que en otros casos personas que consideran sus recursos personales un tanto vanos, inadecuados o directamente inexistentes, a través de esas mismas redes sociales se autodescubren como fuertes, poderosas y con un control absoluto sobre ese entorno.
Me preocupa y mucho el nuevo paradigma socio-tecnológico que percibo y aún resultando obvio, déjenme lanzarles algún consejo:
En la red, pasamos de ser personas a convertirnos en personajes. Eso, de por sí, no es ni bueno ni malo... Simplemente es diferente, muy diferente.
Combinen sin miedo ambas personalidades hasta fusionarlas en una sola. Promuevan el conocer, siempre que puedan a esos nuevos amigos y amigas virtuales, para ir forjando su propio yo social.
No dejen que el devorador personaje coja tanta inercia que anule a la persona, o seran ustedes los devorados por la nueva realidad hasta el punto de que una simple avería en su PC o en el suministro eléctrico, les pueda producir tal feroz ansiedad que provoque su propia descomposición vital.
Déjense querer por la red, háganlo... Pero salgan de ella regularmente y cuanto más mejor para comprobar que las caricias realmente van a parar a su cuerpo, que los halagos tienen sonido y siguen siendo emitidos para usted, que los besos tantas veces prometidos, no perecieron en el monitor para llegar certeros a su húmedo destino: Sus labios.
Sean felices.
Sean reales.
Palabra de galeno





dilluns, 14 de novembre del 2011

¿SUFRES AUTO-ODIO? ¡PUES EMPUJA, CHALAO!


Ahora que ya ha pasado un tiempo prudencial y que ya no queda de lo más cool gritar a los 4 vientos lo genial que era Steve Jobs, quiero, desde este humilde rincón del marketing, rendirle un pequeño homenaje.
Estoy seguro que desde una milimesimal parte de su talento, he recibido en muchos casos los mismos palos y la misma incomprensión que el "Da Vinci" contemporáneo. Estoy convencido que también él, pero de manera mucho más convincente, luchó contra el "siempre se ha hecho así" que reina en las grandes organizaciones para justificar el rechazo corporativo a proyectos que resultan "presente terrenal" y son percibidos como "ciencia ficción interplanetaria".
Como defendía una brillante campaña de Apple, la entrada de esta semana es para pocos, tal vez muy pocos... pero estoy convencido de que alguno de vosotros lo sufrís a diario: Los locos. Los inadaptados. Los transgresores, Los rebeldes. Los problemáticos. Los que no encajáis en ningún sitio. Los que veis las cosas de otra manera. Los que os negáis a seguir las reglas y no tenéis ningún respeto por lo establecido. Pueden citaros, pueden no estar de acuerdo con vosotros, glorificaros o vilipendiaros. Pero la única cosa que no pueden hacer es ignoraros. Porque vosotros cambiáis las cosas. Vosotros impulsáis la humanidad hacia delante. Mientras algunos os ven como los locos, yo veo genios!
Porque la gente que estamos lo suficientemente loca como para pensar que podemos cambiar el mundo, somos los que logramos hacerlo. ¡No lo dudéis!
Yo lo intento cada día, y os puedo asegurar que no me han callado ni con el "dulce" de la promoción, ni con la "amenaza" del despido, y los que estáis a mi lado, podéis dar fe de ello.
¿Mérito? Ninguno. Cuando he tenido la tentación de no seguir este camino, de establecerme en el "lado oscuro" de la obediencia, he caído enfermo de auto-odio, y viendo que el auto-odio solo evoluciona hasta la más cruel de las metástasis, he decidido dejar la medicación oficial para dedicarme a volver a empujar.
Empujar y empujar...
Palabra de galeno.

divendres, 4 de març del 2011

¿TIENES ESTILO O SE RIEN DE TI?



"Tu te calzas unas bambas fucsia y te quedan de puta madre, a mi en cambio me tirarían piedras por la calle!"
Esta afirmación me la hacía hace poco tiempo mi hermano y aunque obviamente exagera, no deja de ser parcialmente cierto.
¿Hablamos de estilo?
Si tienes claro cual es tu estilo y ya tienes solucionado tu "Inner game y tu Outer Game", gracias por pasarte por aquí,  y adiós muy buenas. 
Si no es así... ¡Acompáñame!
Tener estilo, no es vestir la última americana de Gerard Piqué, los zapatos de Bardem o pedir a tu peluquero que te dibuje las patillas de Jesús Vázquez, ya que aparecerás al día siguiente frente a tu jefe, tus amigas o tus padres... y te preguntarán: "Te encuentras bien??"
Tu estilo no debe focalizarse en tu exterior, bien al contrario, debe ser trabajado en tu interior para expresarlo después hacia afuera.
Si un día te vistes con un nuevo look, te miras en el espejo y no te reconoces, vuélvete a desnudar, decide quien coño eres y... ¡Vuélvete a vestir!
Solo trabajándote interna y externamente de forma simultánea, mejorarás tu estilo de manera exponencial, pero primero... Preséntate a ti mismo sin engañarte y conócete.
Antes de empezar, identifica los valores internos que quieres exponer al exterior y piensa como te ve tu entorno para resultar creíble en esa evolución que estás iniciando.


Una ayuda: A nuestro alrededor existen arquetipos. 
Inventemos 4 arquetipos que incluyan personalidades:
El/la Líder: Protector, sabio, disciplinado, referente y cuyo principal valor es la seguridad. (las situaciones nuevas lo desencajan)
El/la Ilusionista: Antagónico al Líder. Es creativo, extrovertido, aventurero y le gusta ser centro de atención. Es divertido y genera confianza por ser transparente.
El/la Amante: Astuto, intuitivo y sagaz, es enigmático, romántico y rico en ofrecer sensibilidad y atención (muy propio de los artistas ¿No os parece?)
El/la Soldado: Analítico, ambicioso y competitivo, es fiel y el mejor amigo de sus amigos. Siendo como el Líder (sigue las reglas), está más dispuesto a la acción personal y al riesgo.


El punto de partida sería dar con tu identificación directa e inequívoca y relacionarla con un arquetipo determinado, ya que eso resultará básico para ser percibido con credibilidad y confianza. 
Es importante saber y aceptar que todos sin excepción coincidimos en algún apunte personal y de comportamiento con los cuatro arquetipos, y que cuanto más distribuido y disperso esté el carácter entre los 4, menos nos definimos a nosotros mismos y menos percepción referente estamos ofreciendo a nuestro entorno.
Tal vez te veas como un Amante cuando en realidad eres un Soldado en potencia: No fuerces tu identidad, no quieras ser lo que no eres (¿os acordáis del MKT personal?)
Descúbrete, conócete, acéptate y... Estarás preparado para empezar a moldear tu imagen exterior de forma verídica y convincente a los ojos de todo el mundo, sea cual sea la personalidad dominante de quien te mire.
El error más común es el de escoger una personalidad no por lo que eres, si no por lo que te gustaría ser o lo que es aún más grave: No por lo que ven en ti, si no por lo que te gustaría que vieran, con lo que solo conseguirás ser percibido como el mayor impostor del poblado. Un fraude que ni conecta... ni contenta.
Sigue mis consejos, moldéate sin embustes y vuelve a mirarte en ese espejo y comprobarás que tu amor propio está adiestrado, es sincero  y coincidente con tu apariencia. ¿Preparado?
El mundo está en tus manos...
Palabra de galeno.

dilluns, 21 de febrer del 2011

ME QUIERO, TE QUIERO...

Vivir es seducir para venderse. No tener claro eso es caminar para simplemente... ir cayendo.
Desde el mismo momento del nacimiento, se inicia nuestro marketing personal y empezamos a construir  nuestro propio "yo" a partir de eso que llamamos "personalidad", que no es más que la suma relacionada entre lo innato y lo adquirido para, posteriormente, ir  incorporando nuestros conocimientos y habilidades. 
Las personas más astutas en aplicar una correcta y eficiente comunicación persuasiva a partir de su propio "yo", serán los que acabarán destacando en cualquier faceta y eso es así aunque no siempre resulte todo lo justo y equilibrado que se pudiera desear.
Tres factores que influirán en esa construcción será:
1.- Escuchar con atención a tus interlocutores. Si no sabes que quieren, no vas a poder complacerles. Es más importante e inteligente saber que esperan de ti, que imponer lo que a ti te convenga...
2.- Estudiar el metamodelo del mensaje de tu interlocutor. Descubre qué le interesa y cómo lo expresa, y conviértete subreptciamente en él(ella) mismo(a), utilizando sus gestos, sus expresiones y su estilo comunicativo, y su identificación en ti, será tu éxito...
3.- Analizar su look, sus movimientos, su vestuario y leer hábilmente todo lo que su entorno te regala de información...

Si lo analizas con frialdad, los que destacan, los que triunfan... son en el fondo vendedores de sí mismos, y más en mercados globalizados y vastos donde la oferta social supera muchas veces la demanda.
Te guste o no, eres un producto en un mercado determinado y, o te haces visible y diferencias del resto o estas muerto amigo, y ahí es donde aparece el marketing personal.
Cuando en la antigüedad tenías hambre, salías... cazabas... y comías!
Hoy el problema ya no es ni salir, ni cazar, ni tan siquiera comer... Es elegir entre infinidades de posibilidades, de alimentos, de presentaciones, de alternativas, de dietas y de canales de distribución!
Vivimos absolutamente tiranizados por las opciones, y en ese magma de posibilidades hemos de sobrevivir,  flotar y hacernos visibles y notorios!! Agotador, no?
En el trabajo, en el consumo, en el amor y en el sexo, hemos de resultar seductores y convincentes y sólo el marketing personal te garantizan el éxito. Cuando ves un tipo feo con una belleza escultural (o a la inversa), no puedes evitar preguntarte: Qué le habrá visto a ése?? La respuesta es obvia: Utilizó sus armas de seducción con habilidad... Es un ganador en el mercado de la hipercompetencia, pisoteando a tipos más altos, más guapos, más fuertes, más...
Ensaya y aprende, prueba y compara, tasta y decide, pero sobretodo... No te conviertas en ese erudito ingenuo, que se creía la memez de que simplemente dedicándose con entrega y pasión a algo, le sería suficiente para triunfar y ser admirado.
Palabra de galeno.